Me Miro al Espejo

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Me Miro al Espejo

"Aunque estar en piloto automático pueda ser lo más sencillo, corremos el riesgo de dejar que el tiempo y las cosas simplemente pasen.​"

Aprovechemos el momento

Probablemente durante las últimas semanas hayamos visto mil posts, artículos y videos hablando de que es éste el momento perfecto para descubrir qué hay en nuestro interior, para pensar y reflexionar. No es casualidad que tanta gente esté debatiendo todo esto ahora, seguramente es una buena oportunidad para hacerlo. Sin embargo, lo que nadie nos advierte es que se trata de un trabajo bastante duro, desgastante y que requiere constancia. No por eso debemos acobardarnos. Los beneficios son realmente enormes pero, como mucho de lo que vale la pena, cuesta.

La mirada crítica

Conocernos implica mirar para adentro, dejando que la sinceridad y la autocrítica vayan marcando la cancha. Esta mirada crítica más de una vez nos va a dejar parados en lugares bastante incómodos y con varias dudas. Es un ejercicio que va a traer cambios. A veces en el qué hacemos o pensamos y otras, en el cómo. No es lo mismo seguir viéndonos con los amigos de toda la vida porque ya es una costumbre, a juntarnos con ellos porque es lo que sinceramente elegimos hacer.

Cambiar el cómo

Cuando hablamos de cambiar el cómo o la manera en la que actuamos, nos referimos justamente a la posibilidad que se nos abre de elegir lo que creemos que es lo mejor para nosotros y pasar así a hacernos cargo de nuestras decisiones. Lo malo de salir de la pasividad con la que veníamos y tomar las riendas de nuestras elecciones es que ya no vamos a poder seguir usando las excusas que teníamos antes o echarle la culpa a otros de nuestros problemas. Sin embargo, lo bueno es que nos adueñamos no sólo de nuestros errores sino también de nuestros logros. Algunos podrán decir que es difícil elegir cuando tenemos responsabilidades, hijos o tal vez, alguna enfermedad. Y es verdad; en cierto punto no vamos a poder hacer todo lo que se nos cruza por la cabeza por el simple hecho de ser capaces de elegir. Pero si vamos a poder estar tranquilos de que tomamos las mejores decisiones dentro de nuestras limitaciones. En definitiva, poder ser libres de elegir quienes queramos ser.

Las preguntas correctas

Todo este proceso no es automático, ni mucho menos, fácil. Solemos estar tan ansiosos por obtener las respuestas que nos olvidamos de lo más importante. Nos olvidamos de hacernos las preguntas correctas. La mente no piensa en todo, pero si nos hacemos la pregunta correcta, aquella que nos interesa y que al mismo tiempo su posible solución nos sería beneficiosa, es muy probable que se nos quede ahí pegada haciendo ruido en búsqueda de una respuesta, hasta cuando logramos que la mente pare y nos caiga la ficha. Cuántas veces estamos trabajando como locos en un problema sin poder encontrarle una solución y de repente un día en la ducha o caminando por una plaza la respuesta aparece. De ahí la importancia de generar tiempos para uno, de poner la mente en blanco. A algunos les sirve meditar, a otros salir a correr o estar en la naturaleza. Más allá de las actividades que elijamos, lo importante es cumplirlas y hacerlas cumplir. Hay que ponerlas en la agenda y respetarlas como si fuera una reunión con un cliente o con nuestro jefe, como si fuéramos a ver a alguien importante, porque es justamente lo que vamos a hacer, vamos a juntarnos con nosotros mismos.

Nuestros objetivos

En estos momentos o encuentros que vayamos teniendo seguramente surja alguna que otra duda con respecto a nuestro futuro. Es un trabajo personal también descubrir cuáles son nuestras verdaderas motivaciones; entender dónde estamos parados y para dónde queremos ir. Hablar de objetivos en medio de una pandemia en donde todo se volvió incierto resulta un poco paradójico. Pero admitamos que la incertidumbre es algo a lo que, como argentinos, ya estamos bastante acostumbrados. Y esto nos da la pauta de que todo puede pasar cuando nos encaminamos a lo que habíamos pensado como nuestro norte. Probablemente las cosas no salgan como esperamos, pero si el objetivo nos motiva lo suficiente y logramos transformarlo para que dependa de nosotros, difícilmente nos quedemos en el camino. Un camino en el que seguramente nos toque hacer cosas que no nos gustan del todo pero que nos van a servir como medio para conseguir lo que de verdad buscamos.

El autodominio como integridad

Indudablemente vivir en piloto automático es lo más sencillo, pero también corremos el riesgo de caer en ese estado en el que sólo esperamos que el tiempo y las cosas pasen. Probablemente después de tanta monotonía y encierro nos hayamos sentido así algún que otro día. Pero, ¿es realmente de esta manera como queremos vivir? Desconocernos nos lleva a ser actores secundarios en nuestra propia película. Al mismo tiempo, mientras más sepamos de nosotros mismos, mejor vamos a poder entender al otro. Después de todo, el autodominio resulta ser la base de todas las relaciones.