El Mundo que me Espera o que Genero

El Mundo que me Espera o que Genero
El Mundo que me Espera o que Genero

Conocernos nos da la posibilidad de entender nuestras debilidades pero sobretodo de valorar nuestras fortalezas. Nos permite dejar de ser actores pasivos para poder decir: "¡Estoy acá y esto es lo que quiero!"

EL APORTE QUE NOS TOCA

¿Cuántas veces vemos cosas que no nos convencen en nuestro día a día? Desde lo personal hasta lo laboral. ¿Cuántas veces lo vemos pero nos decimos que es así, que no puede cambiar? Nos miramos y nos convencemos de que nada podemos hacer desde el pequeño lugar que ocupamos, que el impacto que lograríamos sería insignificativo. ¿Y si te digo que no tenés porqué cambiar toda una organización o todo el mundo? Podés hacer un cambio abismal tratando simplemente de mejorar el ambiente que te rodea. No es una cuestión de egoísmo, es practicidad. La probabilidad real de que desde nuestra posición podamos hacer un cambio radical es prácticamente nula. Para el 95% de la gente proponerse cambiar el mundo o una empresa es una tarea que sólo le va a traer frustración y resignación. Empecemos con nosotros y si logramos ordenar eso, recién ahí comencemos a ayudar a los que tenemos al lado. Simplemente con esto vamos a generar el cambio que en realidad estábamos buscando. Ni hablar de cómo escala todo si encima los que nos rodean empiezan a hacer lo mismo.

PEQUEÑOS CAMBIOS

No necesitamos ser grandes innovadores o genios para poder mejorar nuestra vida o nuestra carrera. Que no seamos capaces de desarrollar un nuevo movimiento artístico como Picasso o revolucionar una industria como Steve Jobs no quiere decir que no esté a nuestro alcance traer a la oficina un nuevo proceso o encontrarle la vuelta a algún problema de casa. No todas las soluciones tienen que ser revolucionarias. Es más, la mayoría de ellas seguro sean simples mejoras a pequeños problemas de nuestro día a día. La clave está ahí, no tenemos porqué ser todos genios, pero sí todos tenemos que trabajar para estar abiertos a nuevos conceptos e ideas, dispuestos a apreciarlos cuando aparezcan.

EL VALOR DEL TIEMPO

Además, ¿a quién no le gustaría que su tiempo tenga el mayor impacto posible? Es muy probable que nuestro tiempo sea mucho más valioso ayudando a los que vemos todos los días, en lugar de volvernos locos con tareas herculianas. Y acaso, ¿quién no busca poder aprovechar su tiempo al máximo?  No importa quiénes seamos o de dónde vengamos, el tiempo siempre nos parece escaso. No importa si es porque sentimos que el fin de semana se fue antes de llegar o porque los pendientes en el trabajo no terminan nunca.

MAXIMIZAR EL TIEMPO

¡Ojo! Que no se confunda; cuando hablamos de usar el tiempo lo mejor posible nos referimos a intentar sacarle el mayor provecho a lo que estamos buscando hacer. Para muchos maximizar el tiempo es tratar de exprimir al máximo cada segundo del día. No decimos que eso no sea importante o que capaz a algunos les sirva, pero en nuestra opinión, es una visión maquinista de las personas. Uno no necesita ser mega eficiente todo el tiempo. Lo necesita en momentos específicos. No tenemos porqué hacer que cada segundo de nuestra existencia sea eficiente. De esa forma, ¿cómo vamos a poder disfrutar una charla con un amigo o perdernos en nuestros pensamientos un martes a las dos de la tarde? Después de todo, esas pequeñas cosas son las que después ayudan a que nuestra cabeza funcione al 100% cuando la necesitamos.

APROVECHAR EL CAMBIO

En conclusión, ¿qué vas a hacer cuando termine esta cuarentena? ¿Qué vamos a hacer todos? Seguramente mucho vaya a cambiar en el mundo exterior, acaso para siempre. Nos adentramos en una nueva normalidad en la que difícilmente la realidad vuelva a como era antes. Tampoco es para amargarse, nuestro entorno cambia constantemente. La diferencia es que ahora lo hizo de un día para el otro. Pero como hablamos al principio de esta guía, está en nosotros dejarnos arrastrar por la crisis o poder ver las oportunidades. Usar este parate para mirar adentro nuestro y reordenarnos, cada uno a su manera. ¿Si aprovechamos esta metamorfosis externa y modificamos nosotros también las cosas que no nos son del todo útiles y están jugando en nuestra contra?

¿Y SI EMPEZAMOS AHORA?

Ya era bastante difícil encontrarnos con nuestra sombra en la anterior normalidad, no pensemos que será distinto. Pero justo ahora que seguimos en nuestras casas y con más tiempo del que tuvimos o vamos a tener podemos darnos la chance de empezar esa conversación con nosotros mismos que venimos evitando. El comenzar ahora no sólo nos va a servir para continuar charlando cuando todo vuelva a arrancar, sino que también nos va a ayudar a afrontar lo nuevo con una visión más consciente de nosotros mismos. En definitiva, conocernos nos da la posibilidad de entender nuestras debilidades pero sobretodo de valorar nuestras fortalezas. Nos permite dejar de ser actores pasivos de lo que sucede para tomar las riendas y poder decir: “¡Estoy acá y esto es lo que quiero!”